viernes, 3 de abril de 2009

Acuerdo Sobre Lo Fundamental

Personificación de ideas y planteamientos políticos esta desmembrando el poco orden político que alguna vez acá existió.

Avanza el calendario con esa rapidez que siempre le atribuimos a los tiempos recientes, y con el se desparrama el orden político de este país, que nunca ha sido el mas organizado, pero que antes al menos se lograba entender. Las aspiraciones del Presidente son un gran condicional tanto en huestes gobiernistas como en la oposición. Nadie tiene duda alguna sobre la superación del tema legal, eso será tema superado en unos meses. Ni una supuesta colaboración de DMG frenara el referendo; si llegase a comprobarse, seguramente se encontrara a quien culpar y la imagen del presidente seguirá intacta; es lo que siempre se ha hecho y vamos ya en el 7 año de furor. En Colombia los errores no ocurren por culpa de Uribe sino a pesar de el.

Mientras tanto, el culto a la personalidad se toma el país político. Los partidos cada vez son más débiles. Existen al menos 10 candidatos presidenciales: Juan Manuel Santos, German Vargas, Andrés Arias, Martha Lucia Ramírez, Noemí Sanin, Fernando Araujo; van 6 y aun no hemos salido del gobierno, y no estamos contando a Uribe. Seguimos: Luis Garzón, Gustavo Petro, Piedad Córdoba, Alfonso Gómez, Rafael Pardo, Rodrigo Rivera, Sergio Fajardo; siete mas y los que se me escapan. Entre ellos, hay de todo, de todos los partidos tendencias y afiliaciones.

Están los que no tiene partidos y se lanzan como independientes, los que tienen partido, los que pertenecen a partidos que integran coaliciones. Los que intentan dar triple saltos mortales, como Rivera que quiere hacer los mismo que hizo Santos hace ya unos años. Pero ninguno representa nada que no este escrito en su cedula.

Todo este tumulto de candidatos y precandidatos no es muestra del pluralismo ni de diversidad de la política colombiana como se podría pensar. Es producto de las destrucción de las instituciones y del ordenamiento político que se ha causado, primero por el deterioro de los partidos tradicionales, o mas bien de sus integrantes porque es la gente la que se deteriora, y segundo por el ejemplo del Presidente y la vasta campaña de publicidad que en torno a el se ha hecho. Es por eso que Uribe mismo se ve forzado a seguir, porque la continuidad de su proceso se limita a la suya propia.

El culto a la personalidad se tomo el país, la inhabilidad de hacer acuerdos y compromisos, de agruparse, de dialogar queda en evidencia cuando el propio Petro se sale del Polo.

Muy a pesar de la demonizacion de los partidos políticos, son ellos no solo convenientes sino además indispensables para el desarrollo sostenible de un pueblo. Solo a través de los partidos se garantizan dos aspectos imprescindibles de la política: la continuidad y la moderación. La necesidad de alcanzar compromisos obliga a que los planteamientos se alejen de los extremos, y el mutuo acuerdo garantiza la continuidad de las ideas en el tiempo, más allá de los hombres.

La democracia nacional esta desarrollando una tendencia a votar por personas y no por propuestas. La docena de aspirantes a la presidencia así lo comprueba. Con el escenario actual, dicha disposición amenaza con prolongarse mucho mas allá de Álvaro Uribe; quien con un tercer periodo, y un nuevo cambio constitucional en favor de un ciudadano, le dará un golpe mas a las colectividades y fortalecerá la microempresa política.

Colombia no debería tener más de 3 o 4 aspirantes a presidente. Entre la docena que hoy tenemos, quienes mas le convendrán a la nación serán aquellos capaces de agruparse y alcanzar compromisos superando diferencias menores. En la política como en todos los aspectos de la vida, todos tenemos ideas y puntos de vista; no se trata de abandonarlos, lo indispensable para poder progresar es lograr acuerdos sobre lo fundamental con quienes nos rodean. Esos a día de hoy no se ven.

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