jueves, 25 de marzo de 2010

El Receptor Universal



Las poderosas maquinarias de la derecha amenazan con convertir esta elección presidencial en una decisión entre nombres, mas no entre planes de gobierno. Si, eso seria a lo que nos enfrentaríamos los colombianos en un tarjetón electoral de segunda vuelta entre los candidatos Santos y Sanín. Pienso yo que esa seria la mas desafortunada de las formulas de segunda vuelta para Colombia; toda vez que no hay elección real que hacer. Ante esa circunstancia, puede el votante entrar y marcar a ojos cerrados cualquiera de los dos, pues las consecuencias son más bien las mismas.

Digo esto basado en que tanto Sanín como Santos, son cabeza de las dos maquinarias electorales mas fuertes que tiene el país en este momento, partido conservador y partido de la ‘U’ respectivamente. En recientes elecciones parlamentarias, ambos partidos duplicaron al menos a todos los demás menos al liberalismo. Si se mantuviese esa votación de cara a las presidenciales, Santos y Sanín irían a la segunda vuelta. Resultado indeseable para el país, pero sobretodo para los electores de centro y de izquierda que llegarían a ese escenario sin opción alguna que comporta su visión de país.

Para todos esos sectores del espectro político nacional el reto esta en colar un candidato alterno en la segunda vuelta. Sus posibilidades pasan por consolidar a uno de sus candidatos y lograr que ese candidato de convergencia logre un 30% de votos que lo lleve a la siguiente elección. Esto seria lo que permitiría que en Junio estuviéramos eligiendo entre dos opciones de poder diferentes, dos visiones de país distintas y no una mera definición de nombre.

El obstáculo principal es la guerra de vanidades que se presenta entre personajes que se encuentran en estas instancias. Ninguno de ellos querrá agachar la cabeza y donar su capital electoral al vecino. Por eso todos mantienen sus intenciones de ir de manera independiente a la primera vuelta. Con ello se comprueba que las pasiones, en este caso la vanidad, logran torcerle el brazo a la razón. Para todos ellos, es mucho mas conveniente lograr una alianza programática que incluya al menos 3 partidos, que logre impulsar una candidatura con la fortaleza suficiente para alcanzar la segunda vuelta; lo otro es permitir que las maquinarias hagan lo suyo, que todos queden por fuera y la derecha siga decidiendo gracias a los mas de dos millones de votos de conservatismo y ‘U’; mas el millón del PIN.

Una vez resuelto ese tema, aparecería el segundo obstáculo, que es definir cual de los partidos seria el llamado a unificar. Ese, gracias a Dios, es un tema mucho más sencillo por que la respuesta es mucho mas clara. El partido con capacidad de recibir en este momento votos de corrientes tan distantes como cambio radical y el polo, es el partido verde, que a todas luces ha sido la campaña más incluyente y la única que no generaría rechazo entre los votantes de las otras colectividades. Poniéndolo en palabras claras: nadie acusaría a German Vargas de voltearepas por apoyar a Mockus, así como nadie acusaría a Gustavo Petro de voltearepas por apoyar a Mockus, mucho menos a Sergio Fajardo o a Rafael Pardo. El partido verde, en cabeza de Antanas Mockus, es el receptor universal capaz de unificar una candidatura fuerte con posibilidades reales de ganar la presidencia de la Republica para el centro y la centro izquierda nacional. Y también para la centro derecha; en realidad tanto Santos como Sanín son el extremo de la derecha. Algo así como el tipo de sangre AB+.

Veremos entonces que papel juegan las vanidades de aquí a Mayo. De ello dependerá que medio país se quede sin opciones de cara a la segunda vuelta, o que en Junio tengamos una elección real entre dos rumbos distintos para Colombia.


Ñapa: El dichoso guiñó presidencial que todos esperan, no vendrá nunca, porque el candidato de Uribe nunca fue Santos, y mucho menos Sanín; siempre lo fue Arias.

viernes, 19 de marzo de 2010

Volví a votar por Mockus



Si, volví a votar por Mockus. Había votado por el en las elecciones del 2006 y los resultados obtenidos fueron tan pobres que me hicieron dudar sobre volverlo hacer. Se le vuelve a uno una situación compleja de dilema interno; no me gusta votar basado en encuestas, voto siempre por lo que me parece correcto, o más bien, voto por quien me parece que haría lo mismo que yo, si llegase yo a ser Presidente. Pero tampoco me gustan las causas perdidas; se que dos mas dos nuca serán diez. . . a menos que aparezcan otros seis.

Y la buena noticia del pasado domingo electoral fue que esos seis aparecieron. El partido verde sumo mas de medio millón de votos para sus listas al congreso y la consulta presidencial sobrepasa los ochocientos mil cuando a fecha de esta columna aun falta conteo sobre mas de la mitad de las mesas de votación del país. Una proyección simple los pondría sobrepasando el millón y medio de votos. Triunfo absoluto. Triunfo que dudo se haya visto recientemente en Colombia. Digo esto porque en lo referente al partido verde, puede uno afirmar sin temor que todos esos votos obedecen a la intención real del planteamiento democrático: ciudadanos que voluntariamente y sin esperar compensación en retorno, tomaron la decisión autónoma de ir y depositar un voto por el partido verde o por sus candidatos a la presidencia.

Dudo que algo así se pueda afirmar sobre cualquiera de los otros partidos que sobrepasaron el umbral el día domingo. En todos ellos es protagonista la coacción al votante. En sus varios niveles claro esta. Desde la compra simple del voto – en dinero o especies-, pasando por el clientelismo político, hasta llegar al lo que es el Pum Pum PIN, que es el voto con votante encañonado. Nada de eso lo hay entre los verdes. Haya solo hay propuestas y debate político real; sobre los temas, las dificultades, y las metas de nuestro atolondrado país.

Por eso es que el gran triunfador de las elecciones fue el partido verde en cabeza de su candidato a la presidencia Antanas Mockus. Más aun cuando anotamos que el exalcalde logro algo muy significativo y base de sus posibilidades de alcanzar la Presidencia: su elegibilidad. El domingo nos dimos cuenta de que Mockus si puede ganar las elecciones. Y ese mensaje se ha difundido por el territorio nacional. Más de un millón de colombianos les enviaron ese mensaje a sus compatriotas. Hoy Mockus es una posibilidad real de poder en el escenario político nacional. Una opción que sin duda genera mucha expectativa por lo que un gobierno Mockus podría hacer por Colombia en cuatro u ocho anos; pero que también exige apoyo. Apoyo real y voluntad entre la ciudadanía.

Por eso, luego de haber votar por Mockus hace cuatro años, y de haberlo vuelto a hacer el domingo, confirmo que lo volveré a hacer en Mayo.

Después de un año en el que me he cansado de escuchar la frase “Si no es Uribe, ¿entonces quien?”, en una nación cuyo mayor problema es la escasez de decencia en el manejo de sus destinos, la respuesta a esa pregunta hoy es sencilla: “Pues Mockus”. En el 2014 ya veremos.


Ñapa: Beneficio de casa por cárcel exige una revisión inmediata sobre quienes deben ser lo beneficiados y cuales son las condiciones en las que se califica.